Al adquirir tés producidos por pequeas plantaciones contribuyes a que las futuras generaciones puedan hacerse cargo de la plantación familiar y continuar con su legado.

El Ishizuchi Kurocha, es uno de los pocos tipos de tépost-fermentados originarios de Japón, procesado a partir de hojas de bancha elaborado exclusivamente en la zona de Ishizuchi, Ehime.

Dado el tipo de producción se asemeja a los dark teas chinos, aunque el tiempo de fermentación es menor. No hay que confundir el té negro (que en Asia es rojo) con el té oscuro (dark tea) que es el té fermentado. El té negro se oxida el té oscuro se fermenta.

Se elabora con bancha que se fermenta de forma aeróbica y anaeróbica, después de haber sido procesado. Tras un mes, se extraen las hojas de los barriles y se dejan secar al sol, antes de su empaquetado y posterior distribución.

Este té se elabora de forma artesanal por una cooperativa dedicada en exclusiva a la producción y preservación de este té conocido como té fantasma ya que estuvo a punto de desaparecer debido a que solamente un productor de avanzada edad conocía el proceso y no tenía ni sucesores, ni discípulos.